Desde el Centro de Estudios de política exterior “Juan Atilio Bramuglia” celebramos la aprobación unánime de una nueva resolución del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas referida a la Cuestión de las Islas Malvinas, presentada por la hermana República de Chile y copatrocinada por otros países hermanos.
Este pronunciamiento, que coincide con el 60° aniversario de la Resolución 2065 (XX) —piedra angular del reconocimiento internacional de la disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido—, reitera el llamado a reanudar las negociaciones bilaterales para alcanzar una solución pacífica y definitiva.
Una vez más, la comunidad internacional volvió a expresar un amplio respaldo a la posición argentina. América Latina, el Caribe, África, Asia y numerosos Estados reafirmaron los derechos soberanos de nuestro país y manifestaron su preocupación ante la persistente militarización británica en el Atlántico Sur, contraria al derecho internacional y a los principios de paz y cooperación.
Desde nuestro espacio sostenemos con claridad que la Cuestión Malvinas no es una consigna del pasado: es una política de Estado, un eje estratégico del proyecto nacional y un mandato histórico del pueblo argentino que no admite claudicaciones.
En este marco, advertimos con preocupación que la errática política exterior del gobierno nacional, alineada con intereses ajenos al interés nacional, están comenzando a erosionar los consensos y respaldos construidos durante décadas en los foros multilaterales. La improvisación y el desmantelamiento de nuestras capacidades diplomáticas debilitan la posición argentina y ponen en riesgo avances concretos en materia de descolonización.
La causa Malvinas no se reduce a un reclamo territorial: representa un modelo de país soberano, integrado regionalmente, respetado en el mundo y comprometido con la paz. Defenderla exige coherencia, convicción y una política exterior que no renuncie a la dignidad nacional en nombre de un pragmatismo sin patria.
Por el mandato de nuestra historia y por el futuro de una Argentina justa, libre y soberana, reafirmamos que la Cuestión Malvinas es y seguirá siendo una bandera inclaudicable del proyecto nacional y popular.
¡Las Islas Malvinas fueron, son y serán argentinas!
